"El apetito desordenado de saber". Erudición escolar y discurso renacentista en el Tratado de la forma que se deve tener en leer los autores de Miguel de Salinas

Resumen

Tras el curioso final de la sección canónica de la Rhetórica en lengua castellana, nacía la más novedosa aportación de la preceptiva española a la teoría renacentista del discurso. Porque si algo delatan los tres variados apéndices que completan la edición complutense de la obra es, precisamente, las limitaciones de una tradición como la recordada hasta ese folio, las carencias de un programa teórico anclado en el recuerdo de la oratio romana y definitivamente superado por los usos e imposiciones de la práctica escolar del Humanismo. De acuerdo con una ilación de temas tan grata al pensamiento de Miguel de Salinas, importaba ahora, siquiera a modo de epílogo, exponer las pautas esenciales para un ensayo efectivo de aquellas tesis oratorias, recordar los frutos de la variedad y la abundancia estilísticas y, ante todo, indagar los recursos para el hallazgo y la recreación de las auctoritates clásicas. Tres tareas vinculadas por el necesario diseño de un cartapacio personal de apuntes —codex exceptorius—, espacio físico sobre el que aquellas ideas de exercitatio, copia y cita habían de cimentarse al menos a lo largo de dos centurias.